«aquellas que aquel sieruo rebelde y maldito les huuo mostrado. Mando entonces el señor venir el sieruo ante si. el qual llego con vn gauilan en·la mano. y la señora le dixo llorando. O iniquo peruerso como has osado tentar contra mi cosa tan cruel y tan falsa? El qual no tuuiendo rostro para poder lo negar. otorgo luego sin mas: ser verdad quanto su señora dezia. y en esse »