«del pintor que no sabia para que aprouechaua a su marido aquel vestimento: pensando no fuesse cosa de hazer caso d·el: fue contenta de je·lo prestar: y el sieruo vestido con·el se fue a·la calle donde su señora moraua. E como su dueña le vio: pensando que era su amigo el pintor: descendio y salio muy diligente de·la posada: e hizo con su sieruo quanto con·»