«cosa tan d·estimar para su arte y codicia: y que les offrecia tanta seguridad. Y otorgando a·su desordenado desseo no mas tiempo de quanto el cauallero con su mujer les parescio quedauan durmiendo: luego el principal d·ellos subio a vna ventana por donde entraua en·la casa el resplandor de la luna. rezando siete vezes las palabras que del caualero hauian hoydo: y muy desenbueltamente abraçando los rayos: »