«a su fijo tan querido en tanta passion. muy de priessa embiaua por quantos phisicos y astrologos podia fallar: para que su fijo huuiesse remedio: el qual tenia ya la palabra perdida. E como los maestros y phisicos con todas sus artes no le hallassen remedio: por marauilla de Dios el niño cobro la palabra: y dixo. Ninguna melezina puede remediar aqueste mi mal: saluo aquel hermitaño que lieuan a·la »