«del caualero hauian hoydo: y muy desenbueltamente abraçando los rayos: dio consigo en el patin de la casa: donde lo hallo el cauallero con la pierna rompida: y muy mal tratado. Y dando le dos mjl palos le preguntaua. Di me quien eres: y qual diablo te truxo aqui a tal hora? Y el triste con verguença de caso tan feo: y con temor de la muerte: temblando y llorando respuso. »