«de sus amigos. tanto ciega el entendimiento aquesta peruersa codicia. ca nos acahesce como al doliente que le defienden algunos mañares. los quales ahun que los dessee su gusto. si los come le son muy mortales: y vencido de·la sensualidad y apetito contra su salud y vida los come y muere por ellos. Yo bien conoscia mi mal. mas no pudo mi razon deffender·me. E como quiera que siento »