«el contrario todas desacuerdan y desluzen. Creamos pues lo razonable y dexemos lo demasiado a parte: que la demasia y lo que va fuera de razon ya trahe consigo vna peligrosa y rebelde sospecha: que ni assienta ni aplaze ni os dexa caer en su engaño. Y por esso concluyendo digo que assi lo cantan nuestras coronicas: que al tiempo que el Çyd enprendio de çercar a Valencia que recurrio al magnanimo rey don Pedro y»