«Verdaderamente ni hai fe ni verdad en amigo alguno: nadi lo ha podido tomar sino tu. El amargo del bien criado començo de jurar mil juramentos: que el ni otro por·el lo hauian tomado ni llegado a el. E entonces daua majores bozes el engañador. Ninguno sabia este secreto sino los dos. otra persona viuiente sino tu no lo podia lleuar. vamos delante el alcalde: que yo quiero ver quanto »