«aquel desordenado apetito no tuuiendo respecto a quien ellos son: ni a su criança: ni lo que pueden valer. ni nos acuerda mas despues de vosotros. Ca los maridos mas caros nos son que padre ni madre ni hermanos. e nunca a Dios plegue que qualesquiera sean los otros: que yo oluidasse al mio: por quantas cosas hay en·el mundo. e maldiga Dios la mujer: que no dessea mas la »