«Dixo la hembra. supplico te que mires bien lo que dizes. ca este lugar ahun que otros peligros no tenga por sola la fortuna dell·agua: es de temer. que como sabes: otra vez se nos lleuo nuestros fijos. El masclo estimando poco lo que la mar podia dañar·le: jamas quiso partir se por mucho que la fembra le pudo dezir. Por cierto dixo ella: no hai mayor enemiga en·»