«rey con·el solo. y el cueruo le començo de dezir. Señor no puede sanar la llaga si primero no se sabe de donde tuuo principio. ni menos sabra tu alteza enteramente que tal es nuestro daño: e lo que d·el s·espera seguir si primero no sabe el fundamiento de donde nascio aqueste odio y rancor de entre nosotros. Deue por·ende tu clemencia saber: que siendo muerto el »