«muger que la çelaua su marido de adulterio. Que tenian que beuiendo·la se le avia de caer el anca e avia de finchar el vientre. E estas tales credulidades trayan prouechos çiertos que todo sabio entiende. E apusieron a esta dicha lepra pegar·se en tantas guisas fundando sobre algunt verdadero fundamiento. Ca es enfermedat contagiosa e abominable pero non en tanto grado segunt natura etçetera. Aqui responde el señor don Enrique e proçede por»