«primero parezcan bien claros sus meritos: y deuemos llanamente y sin passion dezir la verdad. no dexando d·ella parte ninguna por pequeña que sea. la qual podria abastar. o para que el innocente no padezca sin culpa. o para que el culpable no quede sin pena. cadaqual de aquestas dos cosas lleua consigo pecado. y esso mesmo por que castigando el que es malo. los otros se retraharan de pecar. »