«de gracia que le emprestasse aquel vestimento que su marido lleuaua de noche: que luego ofrecia de je·lo boluer. La mujer del pintor que no sabia para que aprouechaua a su marido aquel vestimento: pensando no fuesse cosa de hazer caso d·el: fue contenta de je·lo prestar: y el sieruo vestido con·el se fue a·la calle donde su señora moraua. E como su dueña le vio: »