«no dexaran de susurrar te al hoydo por quitar me la vida: e poner confusion en tu stado. Respuso el leon. Verguença tengo de hauer te offendido: mas no me quiero avergunçar de pedir te perdon: pues jndiscretamente crehi y neciamente procure de quitar te la vida: la qual me sera tan cara como la propia: pues conozco tu jnnocencia: su malicia: y mi neçedad. E fue entonces el raposo restituydo »