«Dios de ser vencedores: haremos en nuestros enemigos con honra. lo que ellos en nosotros vergonçosamente hizieron: e si lo que nunca acahesca: ordenare el contrario: daremos lugar a nuestra fortuna: quitemos de nosotros toda pereza y temor: pongamos nos en son de pelear y vencer: o de ofrecer a nuestros enemigos la victoria dolorosa y sangrienta. Por tanto deue el rey tomar siempre consejo: por muy discreto que el sea. »