«del mercader: viendo quan poco aprouecha el plazer: que aqueste mundo engañoso nos muestra: propuse de·le despedir con todas sus vanidades: y assentar·me en·el seruicio de Dios: cuyo galardon: ni engaña: ni puede ser engañado. Y tuuiendo por cierto que solamente es la religion cristiana sufficiente pora poder saluar: deliberadamente: y con proposito de perseuerar: la descogi por mia. Y como·viesse en aquella hombres que por perfeccion »