«hallaran los hombres en·el otro mundo tristeza muy grande. a·ssaber es: en no hauer crehido despues de·la muerte hauer juyzio final: y en no hauer fecho con·el pobre misericordia. Dixo el rey. Si viesse agora la reyna. por cosa del mundo no podria ser triste. Respondio Beled. Dos son los que jamas se entristeçen. El que hizo siempre misericordia: y el que nunca peco. El rey. No »