«de otras quatro mortiferas y muy dañosas. La primera es: en·la propia arte ser negligente. La segunda: quebrantar lo que manda la ley. La tercera: creer rafezmente todas las cosas. La quarta denegar la sauieza. Por·ende el que quisiere ser estimado por sabio: en lo que houiere de fazer: deue tomar primero consejo consigo. y si necessario fuere: recebir lo de otro: y tomar·lo de persona muy escogida. »