«son tus palabras señor juez y tan llenas de virtud y seso. que desseo en verdad hauer delinquido como tu dizes: por poder confessar mi pecado: y por fallar reposo a tribulacion tan estrema. y salir de aqueste mundo vellaco engañoso. para hir a lugar de deleyte y alegria perpetua. y luego sin mas confessaria hauer pecado sin tener culpa. si no me retruxiesse aquel precepto diuino: que aquel que mata »