«muerte por no hauer querido consentir a sus dampnados desseos. Parecio al marido la peticion ser justissima. y fizo que los romejos interrogaron los papagayos los quales ninguna otra palabra supieron dezir en aquella lengua saluo aquellas que aquel sieruo rebelde y maldito les huuo mostrado. Mando entonces el señor venir el sieruo ante si. el qual llego con vn gauilan en·la mano. y la señora le dixo llorando. O »