«quiça de otro nombre. Assentaron su real sobre ella: sacaron sus mantas sus scalas sus petrechos: que entiendo no serian quantos son de agora. Y puesta su ballesteria por orden acordaron dar el combate. Mucho les aprouecho a·los cristianos que stauan los alarabes tan descuydados del fecho: tan desapercebidos tan desproueydos y puestos a mal recaudo: tan sin tyros de poluora de ballestas de passa y otras especiales defensas: siempre confiando de·»