«ya apercibido el palo en·la mano: ensangrento me con·el la cabeça de tal suerte: que a tumbos sin atinar donde estaua: llegue medio muerto a mi cueua. E tan grandes dolores y penas senti de aquella dolencia: que aborreci entonces qualquiere pecunia y tesoro: en tanto que la memoria d·ello me procuraua turbacion y terror. e conoci que el que con lo que tiene viue contento: puede ser »