«al rey. Señor muy poderoso: pues no quesistes creher mis palabras en mandar matar nuestro enemigo: consiento que vuestra majestad le haga curar por misericordia. empero no le reciba por seruidor ni amigo: tenga le siempre tu señoria por enemigo lleno de temor sospechoso. Ni ahun por esso dexo el rey de fazer·le mercedes y honras. El cueruo como era ingenioso y discreto de continuo hablaua diuersas cosas buenas todas »