«cueruo con grand cordura y sossiego. Señores muy nobles y muy virtuosos: quisiera me hallar en·el principio de aqueste negocio. por que se diera quiça remedio en·lo que agora no se podra remediar sin daño y escandalo. Yo en este caso soy mas obligado al bien y prouecho comun. que al particular y propio mio. pues en·el comun se encierra lo propio. y pues me llamastes os digo »