«manos: con·el espada le pudiesse muy bien sacudir y castiga·lle a su voluntad. Y estando con tal pensamiento tan a passo y tan a su plazer tomaua lo que queria el ladron. y tardo tanto que el buen hombre vencido de sueño se adurmio. y ell·otro se fue con todo lo mejor de·la casa. E despues que desperto y fallo robado quanto tenia començo de suspirar gemir: »