«tanto son los dos andares contrarios el vno del otro: ahun que mucho tiempo anduuo porfiando sobr·ello. jamas lo pudo perfectamente saber: tanto que desesperado quiso boluer a su natural: y como hauia luengo tiempo que lo hauia dexado: ni supo el vno ni el otro. E assi quedo muy corrido y confuso. Por·ende dixo el hermitaño: por nescio queda entre los discretos. el que toma los costumbres ajenos »