«muy bien me paresce lo que tu dizes: vamos en hora buena por·ello. Fueron luego juntos los dos al arbol y cauaron en·el lugar donde lo hauian dexado: y no hallaron cosa alguna. Viendo esto el engañador: començo de echar bozes primero: y de·mesar·se y dezir. Verdaderamente ni hai fe ni verdad en amigo alguno: nadi lo ha podido tomar sino tu. El amargo del bien criado »