«colgo lo bien alto. E estuuieron hablando los dos: y contaua le el peregrino como anduuiera por todo el mundo: y no quedaua lugar donde el no huuiesse estado. y las cosas mirables que hauia visto andando. El hermitaño tuuiendo mayor cuydado de mi: que andaua en·el cesto: que de·las palabras del peregrino. no cessaua de continuo de dar golpes con ambas las manos por oxear me de alli. »