«con·el al orillo del rio por donde eran entrados. E luego que llegaron a espacio que el ximio pudo saltar en·lo seco: no espero mas cortesias: y subio se luego a su arbol. Viendo el galapago que mucho tardaua: dixo·le. Amigo desciende con tu coraçon como me has offreçido: y boluamos a nuestro camino. Respuso entonces el ximio. Mucho mas que neçio seria. si boluiesse al peligro de·»