«y es aquel monte que esta ante mi. Boluio luego el hermitaño los ojos al monte: suplicando le tomasse por mujer la donzella: pues era de·los potentes el mas poderoso. a quien ahun los vientos no podian fazer resistencia. Respuso el monte: bien es verdad lo que dizes. mas con todo te mostrare otro mas fuerte que yo. el qual me destruye y me caua sin poder me yo defender. »