«Dende a poco recordo se el rey de·la reyna. y de su hermosura con sus marauillosos costumbres: y començo de estar muy triste. e dixo entre·si. por cierto yo confio tanto de·la virtud y discrecion de Beled. ahun que yo le haya mandado con ira hazer tan gran desuario. que el no lo haura puesto por obra. E viendo Beled estar el rey tan confuso dixo le. no »