«Mucho era suaue e plaziente a Argos la excellente e sonorea melodia del non vsado instrumento con el tan grande deleyte de·los armonjcos sones. los oios de Argos se cerrauan. mas commo tantos fuessen agrauados los vnos de sueño otros velantes remanescian. tanta fue pero la fuerça de·la no vsada en aquellos tiempos armonia que los cient oios el peligroso sueño rescibieron. Non tardo el engañoso Mercurio con la »