«del cerco meridiano a·la cauda del dragon llegado: e la muy esclarescida virgen Latonia en aquel mismo punto: sin la deza al encuentro venida la serenidat del su fermoso hermano no oufuscaua: la bolante aguila con el tornado pico rasgaua las proprias carnes: e la corneia muy alto gridaua fuera del usado son gotas de pluuia sangrientas moiauan las verdes yeruas. Euro e zefiro entrados en las concauidadas de nuestra »