«commo conuenia tan noble e valerosa dama. fijos de bendicion ouieron que los dos mas grandes e mas postrimeros regnos occidentales señorearon. E corriendo esta bienauenturada señora por los acelaradados años sin dexar el real ceptro a·deuota e contemplatiua uida se daua e todas las virtudes esforçadamente asayaua e los mesquinos vicios vigurosamente destroçaua. Pero entre la multitud de aquellas a·la caridad e dileccion perfecta e acabadamente abraço. Seyendo »