«tal grado templada. nin dire yo por cierto que alguno de sus sinco seruientes fue fallado en yerro pero pequeño contra esta virtud. Ca sintiendo ella el dulce e suaue olor de aquellas odoriferas aguas cuya suauidat mas paresce celeste que terrena. e de aquellos asianos perfumes: o olores: cuyo olor enagena toda virtud humana: sabe que non toma delectacion destemprada nin plazer o gozo sobrado: ante loando el fazedor de·»