«E en fin no contenta la insigne Artemisa los secos huessos del su marido moliendo beuio·los. quereiendo soterrar el su muy querido señor en·las sus mesmas entrañas. e syn mas a·la vida dar sostenamiento fenescio. sepultando a·sy e al su marido en·el rico sepulcro. O marauillosa obra digna de perpetua recordacion. Qual marido se fallara iamas que tan piadosamente e con tanta sobra de amor honrrasse »