«a pestilencia irreparable. Ca no solo a Dios e a·los buenos hombres es abominable: mas ahun a·los malos e peruersos aborresce. nj solo a·los discretos varones es de redarguyr: e de affear: mas avn a·los animales jrracionables es de reprehender. Del qual diabolico vicio yo me estendria a·dezir largamente quanto en nuestra edat sea vsado e con quanta fealdat seguido: e con quan poca vergueña posseydo »