«parte diziendo. O soberana Fortuna aduersadora de todo mi bien tu con sotil cautela has ordenado que los contrarios se ayuntassen por que mi rauiosa pena fuesse llegada al mayor grado de penar que dezir nin pensar se puede. Que quales son: o a·do se fallaran mayores contrarios que crueldat e virtud. Tu los ayuntaste en la mas perfecta señora que biue. tu feziste que su virtud e beldat engañassen »