«se abriesse. contra el abismo mas fondo que me cogiesse creyendo que alla menos penas sentiria. Fatigado e quasi enoiado de mi mesmo senti venir en verso de mi grand compaƱa e boluiendo a essa parte los oios: vi que de damas era. Las quales de honestidat e diuina fermosura bien mostrauen ser guarnidas menos pauor que admiracion rescibiendo de sus diuinales gestos dexe mi congoxoso pensamiento e mi quexoso razonar. »