«armas entrando a·la cibdat romana auistaste a·la compañia de·los que ya escreui: muchos cibdadanos ombres de paz: tu en la honesta sangre de·las dueñas lauaste tus proprias manos: pues dire que perdonaste a los cuerpos dados a·la sepoltura: verdaderamente no por que las senizas de Gayo Maurio echaste en vn rio: finalmente digo que a ti mesmo non perdonaste: ca con furia desmedida quebrando por medio de·»