«maior excellencia que no las manos armadas de sus caualleros: ca pudieron ser saluos por flacas e mugeriles preses: e non por las fuertes e valerosas armas de destruccion muy apareiada.§ Dexare e non con poca pena de fablar de otras mil cosas que me occurrian al caso: e fablare de aquellas tres sendas por las quales fasta el empireo cielo. aquesta toda perfecta señora nuestra sigue su viaie fablando primero »