«clara e derecha sentencia: afanado mi espiritu: enoiado: ya mi entendimiento: mis oios a·la oriental parte leuante. mas ahun que mucho mirasse en·torno de mi. Iamas en conoscimiento do era: pude venir: no por que el fermoso mancebo Febo a Clicie ya no fiziesse reboluer los oios contra oriente. Ca ya sus menudos e lumbrosos rayos ferian los altos montes e veyendo me tan lexos do partiera. Moui contra »