«Dios merced por ella demandasse. lo qual otorgado e fecho sana perpetuamente remanescio. Siguiendo su biaie esta gloriosa señora en verço de·la cibdad del Porto: concurrio a ella vna muger trayendo vna fiya suya priuada de su nascimiento de·la corporal vista. la qual suplico las reales manos tañer los ciegos oios. lo qual muy deuota e vmanamente cumplido poco tiempo pasado los tenebrosos oios serena e clara lumbre rescibieron. »