«a·la mar do ellas habitan. captos de·la dolçura de sus cantos: inebriados del melodioso sonido baxan las velas. ponen los remos no curando de su viaie ni del comer: ni del beuer se recordando. E assi son tornados adormescidos: los quales commo las serenas sienten dormir entran en los nauios e trastornando aquellos. fazen parescer con sus dulces e sonores musas los tristes nauigantes. Estas serenas moralmente se pueden »