«pico rasgaua las proprias carnes: e la corneia muy alto gridaua fuera del usado son gotas de pluuia sangrientas moiauan las verdes yeruas. Euro e zefiro entrados en las concauidadas de nuestra madre queriendo sortir sin fallar salida la fazian temblar. E yo sin ventura padesciente la desnuda e bicortante espada en la mi diestra miraua: titubando con dudoso pensamiento e demudada cara: sy era meyor prestamente morir: o asperar la »