«la salud de su vida. E despues el desesperado gualardon que al fin de mucho amar a·los seruidores non se niega por bien amar e sennaladamente seruir ouo: ca fizieron casar a aquella su sola señoria con otro. mas el no mouible e gentil animo en cuyo poder no es amar e desamar: amo casada a aquella que donzella amara. E commo vn dia caminasse el piadoso amante fallo la »