«otro mas cierto deporte tenia el consigo mesmo en pensar en sus singulares virtudes. Alexandro que todos vencio no pudo vencer la virtud de aqueste Diogenes. ca como el estouiesse al sol Alexandre oyda ya su famosa nombradia le dixo que le demandasse alguna cosa. Respuso tan ayna el hombre de grande e costante virtud. De quantas cosas o Alexandre me puedes otorgar: no te demando saluo que no me quites »