«Mi obedescido padre no faga la vuestra real excellencia tan manifiesto yerro. El buen seƱor deue perpetuamente gozar. e el sieruo tuyo deue fenescer. El virtuoso padre deue alegre beuir. e el iniquo fijo deue triste morir. yo iustamente deuo padescer pues iniustamente la muerte busque. E fenescida la fabla el gentil infante subito se amortescio e el padre refrescado de nueuo dolor mayor que el primero. los doloridos clamores redoblo »