«le suplico que honrrasse la su muerte con su real presencia. El qual no menospreciando las preces de aquella començo la de amonestar e conseiar que se apartasse e desistiesse de·la semblante tema. Mas veyendo que con discretas e dulces amonestaciones en su firme proposito siempre permanescia: quiso ver la fin del caso e la notable dueña llena de singular constancia se acosto en vn lecho que ricamente apareiado tenia. »